Resultados de campo I

POSICIONES Y DEBATES DE LAS VENTAS AMBULANTES Y FORMALES EN EL CENTRO DE BOGOTÁ

vendedores ambulantes

Objetivos

• Observar las formas de interacción entre los vendedores que se ubican en la zona. 
• Realizar un acercamiento directo mediante una interacción visual con la realidad inmediata y palpable de la población de vendedores formales e informales. 
• Analizar la contraposición en la que se encuentran las dos clases de vendedores, teniendo en cuenta el contexto, cotidianidad y diferentes interacciones que generan.

Análisis de los resultados

En primer lugar se tomó como foco a un vendedor de aguacates que poseía un puesto ambulante y estaba ubicado al costado derecho de un establecimiento formal, fue posible observar actitudes de cooperación y amistad entre los dos vendedores, ya que la dueña del establecimiento formal brindaba objetos (bolsas plásticas, vueltas de billetes grandes o cuchillos para cortar los aguacates) que facilitaran al vendedor ambulante realizar una venta exitosa. 

En segundo lugar, se observaron las interacciones entre vendedores y fue posible notar que las actitudes son más amables que de indiferencia y rechazo.

En tercer lugar se prestó atención a los comportamientos de los vendedores de jugos naturales y frutas ubicados en diferentes puntos de la plaza, se notó que en muchos casos son instrumento de referencia para los consumidores, porque estos les realizaron preguntas acerca del lugar adecuado para la obtención de los productos a lo que los vendedores contestaron amablemente según conocían. Asimismo son cordiales y amables con su competencia, es decir otros vendedores ambulantes que se dedican a la misma labor (vender jugos y frutas) prestándose herramientas para facilitar el proceso, sin embargo por la cantidad de puestos ambulantes del mismo producto, el constante ruido y el hacinamiento en el que se encuentran, se generaron algunas molestias entre ellos. 

En cuarto lugar, se observaron las interacciones de los vendedores ambulantes con los consumidores, y fue posible describir el trato y la distancia que hay entre uno y el otro, por una parte los vendedores tratan con naturalidad y espontaneidad a los interesados en los productos y por otro lado tratan con indiferencia a los individuos que manifiestan poco interés en la mercancía. 

En quinto lugar, se enfocaron los comportamientos de los vendedores formales con los clientes en un establecimiento de ropa. El trato fue espontáneo y fresco, como el de los vendedores ambulantes, asimismo les indicaron a los consumidores donde podían obtener los productos que deseaban, por lo general tenían una actitud de predisposición y amabilidad con los consumidores, sin embargo se presentó un caso de falta de cortesía ya que el cliente manifestó de manera grosera que un producto estaba excesivamente costoso a lo que el vendedor contestó que si no deseaba no lo debía comprar. 

En sexto lugar, se observaron las actitudes de los regateadores con los consumidores y fue posible percibir que tratan confianzudamente a los clientes, además de aprovechar la “cercanía” para solicitar rebajas en los precios de los productos, asimismo el “robo de los clientes” es muy común en los regateadores, ya que están al acecho de los clientes y cuando escuchan que piden rebajas a otros regateadores y ellos no aceptan, sacan partido de la situación y les ofrecen el descuento que desean, creando una relación para que el cliente vuelva a recurrir a este regateador en futuras compras. Por último, el tipo de observación predeterminado era no participante, sin embargo a la hora de realizar la práctica se presentaron algunos inconvenientes, como el constante abordo de “regateadores”, la inseguridad y hacinamiento comercial y poblacional que se presenta en la zona que no permitió a las investigadoras poder centrarse en la observación y descripción de la situación. Por esta razón se realizaron entrevistas informales a algunos individuos que opinaban acerca del tema teniendo en cuenta su ocupación y contexto. La primera fue ejecutada a un policía bachiller que vigila la zona, se le efectuaron preguntas que señalaran los tipo de riñas que se presentan entre los vendedores formales y ambulantes, a lo que respondió que no tienen discordias directas por las ventas, por tanto, no existe un punto de tensión considerable, por otro lado, la competencia territorial entre los vendedores informales, ocasiona riñas violentas entre ellos. Y la segunda fue aplicada a una propietaria de un negocio formal (piñatería), que expresó que los vendedores informales no representan gran competencia para ellos por ser distribuidores, por ende no les afectaba significativamente.

Conclusiones

•  Permitió dar cuenta que las afirmaciones de los medios de comunicación acerca de las riñas que se presentan entre vendedores formales y ambulante no es tan acertada como lo hacen ver, ya que según lo observado, descrito y categorizado por las investigadoras los vendedores y regateadores tiene más conductas de cooperación y empatía, que indiferencia o rechazo con sus compañeros.
• A través de la observación se pudo notar que las riñas y disputas no necesariamente deben presentarse entre un bando y el otro, sino que en algunos casos se presentan conflictos en un grupo, ya sea por los clientes, por el hacinamiento en que se encuentran los vendedores ambulantes de la zona o por la cantidad de vendedores que ofrecen los mismos productos. 
• Los vendedores tanto formales como informales tienden a tener una relación espontanea con sus clientes, con el fin de que compren su mercancía, queden satisfechos con el servicio y puedan crear un vínculo con ellos para futuras necesidades.
• En bitácoras anteriores, se buscaba exponer las modificaciones a las leyes que acogían a los vendedores ambulantes, gracias a la salida de campo, fue posible conocer el contexto laboral cotidiano que representa a los trabajadores de estas zonas, asimismo la forma en la que hacen válidas las normas.