¿Cómo está afectando la condición de movilidad de Bogotá en la economía de los capitalinos?
El incremento de 100 pesos en el pasaje que se implementó desde el día 22 de octubre en la ciudad de Bogotá generó diferentes reacciones en los habitantes de la ciudad, como manifestaciones que se dieron en varias estaciones del transmilenio, bloqueos e incluso enfrentamientos con la fuerza pública.
Esta medida implementada por las autoridades Distritales, busca contribuir con el pago de la deuda que ha generado la implementación del SITP; sistema que le ha costado a la ciudad 700 mil millones de pesos, más los costos de chatarrización que giran sobre los 300 mil millones de pesos. A su vez, suplir la medida tomada por el Alcalde en el año 2012 hacia la diferenciación de tarifas de hora pico y hora valle entre otros elementos que generaron un desequilibrio en las entradas económicas y que con ésta alza buscan ser saldados.
Centrándonos en la situación económica actual de los capitalinos: ¿cómo les afecta la decisión de éste alza?
Es importante resaltar que los usuarios del sistema de transporte transmilenio son en su mayoría ciudadanos que utilizan el servicio por lo menos los 5 días hábiles de la semana para dirigirse a su lugar de labor, situación que explica los gestos de malestar por el alza en la ciudadanía, que alega a su vez que la calidad del servicio no mejora, los tiempos de espera se hacen cada vez más altos y que el incremento de presupuesto para transportarse les genera una mayor inversión y tal vez desajuste en la economía familiar, especialmente en familias de clase media como lo son en su mayoría los usuarios del servicio de forma frecuente y no están cobijados bajo algún beneficio salvo el subsidio que recibe una mínima parte de la población como especificaremos.
Los esfuerzos que hace el gobierno Distrital con iniciativas como el subsidio de transporte según los puntajes del SISBEN sería bastante benéfico si se pudiera implementar de alguna forma la misma medida no sólo en el Sistema Integrado de Transporte Urbano sino también en Transmilenio, ya que este solo se ha implementado en la troncal de calle 26 y carrera 10. Cabe aclarar, que el incremento de la tarifa contribuye a que estos subsidios se sigan prestando y además se pueda ampliar su cobertura, lo que beneficiaría a personas de escasos recursos e incluso a personas de estrato medio lo que bajaría las tarifas para algunos usuarios, en caso de que el sistema subsidiario funcionara adecuadamente y se ampliará satisfactoriamente.
Como demuestran los estudios realizados por la personería, los usuarios en un 49% son empleados, 28% estudiantes, 21% independientes, y 2% empleados-estudiantes (Oficina de prensa, Alcaldía mayor de Bogotá, 2014). Precisando cuáles son los ingresos diarios que se esperan en la población estudiantil, lo que le representan a sus acudientes en mayoría empleados, que como mencionábamos anteriormente no responden a los más altos salarios, la medida les generará ajustes, un aumento en los egresos a una situación que no parece mejorar.
Es importante resaltar que los usuarios del sistema de transporte transmilenio son en su mayoría ciudadanos que utilizan el servicio por lo menos los 5 días hábiles de la semana para dirigirse a su lugar de labor, situación que explica los gestos de malestar por el alza en la ciudadanía, que alega a su vez que la calidad del servicio no mejora, los tiempos de espera se hacen cada vez más altos y que el incremento de presupuesto para transportarse les genera una mayor inversión y tal vez desajuste en la economía familiar, especialmente en familias de clase media como lo son en su mayoría los usuarios del servicio de forma frecuente y no están cobijados bajo algún beneficio salvo el subsidio que recibe una mínima parte de la población como especificaremos.
Los esfuerzos que hace el gobierno Distrital con iniciativas como el subsidio de transporte según los puntajes del SISBEN sería bastante benéfico si se pudiera implementar de alguna forma la misma medida no sólo en el Sistema Integrado de Transporte Urbano sino también en Transmilenio, ya que este solo se ha implementado en la troncal de calle 26 y carrera 10. Cabe aclarar, que el incremento de la tarifa contribuye a que estos subsidios se sigan prestando y además se pueda ampliar su cobertura, lo que beneficiaría a personas de escasos recursos e incluso a personas de estrato medio lo que bajaría las tarifas para algunos usuarios, en caso de que el sistema subsidiario funcionara adecuadamente y se ampliará satisfactoriamente.
Como demuestran los estudios realizados por la personería, los usuarios en un 49% son empleados, 28% estudiantes, 21% independientes, y 2% empleados-estudiantes (Oficina de prensa, Alcaldía mayor de Bogotá, 2014). Precisando cuáles son los ingresos diarios que se esperan en la población estudiantil, lo que le representan a sus acudientes en mayoría empleados, que como mencionábamos anteriormente no responden a los más altos salarios, la medida les generará ajustes, un aumento en los egresos a una situación que no parece mejorar.
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