Conclusiones.

Bogotá es un territorio diverso y multicultural, donde variedad de lenguas, etnias y costumbres confluyen en todas sus localidades. 

Esta diversidad cultural se debe a los indígenas originarios de Bogotá, como son los Muiscas, por los gitanos nómadas que sus pasos desde el norte de la India los trajeron a nuestras tierras, por los negros y raizales, y por los indígenas que han venido a buscar una mejor calidad de vida y/o huyéndole al conflicto armado, y también a las comunidades religiosas que a veces son parte de nuestra cotidianidad y por eso no notamos su variedad, encanto y problemáticas.

La capital, ha venido realizando proyectos para favorecer a las comunidades étnicas que llegan a la ciudad, para visibilizarlas promoviendo muestras culturales. También se ha puesto en marcha alianzas estratégicas en el tema de enfoque diferencial que permitirá disminuir la desigualdad que existen en sectores sociales, en el caso de los afros se ha implementado estrategias donde entre los ciudadanos se abran más espacios para conocer las particularidades de otras culturas y así decir no al racismo.

Pero por lo visto estas políticas no han sido suficientes, pues con el seguimiento semanal que hicimos, fácilmente percibimos problemáticas y reclamos de una población que ya está agotada de la discriminación y de la poca ayuda que se les brinda, y por otro el lado el silencio de los medios de comunicación, la cantidad de noticias son escasas.

La falta de políticas de políticas, o la no ejecución de las que hay trajo consigo una movilización, la Minga Indígena y Popular fue noticia por un poco más de una semana, donde los indígenas se manifestaban por: Territorio y tierras, consulta previa sobre proyectos minero-energéticos y de hidrocarburos, ejercito de autonomía y gobierno propio, TLC y política agraria, derechos Humanos, conflicto armado y paz. 

En el ámbito religioso es preciso destacar las diversas polémicas que se generaron a lo largo del curso del semestre, entre tanto la principal reclamación es lo complejo que es su participación en cuanto a decisiones políticas, puesto que la ambigüedad de su presencia en la exigencia de justicia, entendiendo los casos de pederastia como uno de los actores en la paradoja de la doble moral. Así mismo la laicidad que las leyes ameritan. No obstante, ha sido inevitable para el país, dejar de ofrecer la preponderancia que hasta el momento se le ha concedido a la iglesia católica, dado a que Colombia continúa bajo la tradición católica impartida por los españoles. Por otro lado, las necesidades de las diferentes etnias han sido una constante en las exigencias, frente a este fenómeno se evidencia las dificultades del estado, las organizaciones y los miembros de las mismas.

Comentarios