INFORME: PARO AGRARIO

Para empezar, quisiéramos hacer la aclaración, de que todas las manifestaciones que han surgido desde el 19 de Agosto no ha sido una convocatoria por parte de la oposición del país, ni por las guerrillas,  la ola de protestas obedece sobre todo a problemas derivados del modelo económico vigente y a la falta de respuestas del Estado.

Para entender estas olas de protestas debemos dejar de verlo de una manera simplista, no es solo la incapacidad del presidente, la “infiltración” o el aprovechamiento de políticos oportunistas.

Las jornadas recientes tienen tres protagonistas principales: los productores agrícolas, los camioneros y los mineros informales y artesanales.

Las protestas se han desarrollado tanto en las zonas tradicionalmente centrales del país como las periferias que empiezan a ser parte importante del desarrollo económico por la posibilidad de localizar en ellas industrias extractivas.

El Campesino es asediado por diferentes factores que han sido una constante de pérdidas en su actividad, una de esas es el TLC como un mecanismo de intercambio entre países, los dirigentes que han aprobado el tratado de libre comercio, no ha realizado una observación exhaustiva de los puntos que se desprenden, acotando estos y sometiendo a la importación de productos que se cultivan en Colombia, propiciando preferencia en productos internacionales y excluyendo los Nacionales, trayendo como consecuencia la desestimación de precios favorables para el agricultor y por consiguiente pérdidas.

Seguido a este factor que ha traído el TLC, los monopolios de se evidencian en las compraventas, en las que también se impone un precio sin tener en cuenta los costos de mano de obra, y demás que se generan tras el cultivar de un alimento, un ejemplo palpable es “Corabastos”, una central en la que el paradigma es el sometimiento a causa de “una mafia de influencias” que ha obligado al agricultor a adaptarse a la pérdida por no botar, regar, sucumbir a sus cargas.

Las protestas sociales de las últimas semanas son el resultado de la acumulación de demandas no resueltas y de problemas a los cuales el gobierno no ha dado soluciones, como dice Daniel Samper  “el campo colombiano está agobiado por la pobreza, la violencia, la injusticia social y el TLC: nadie debe sorprenderse de que se rebele.”

Las críticas de la gente en ocasiones era por los bloqueos, pero los medios de comunicación jamás hubieses puesto sus ojos sobre los campesinos si estos no generan bloqueos, bloqueos que llaman al ESMAD, y un ESMAD que a como de lugar intenta desbloquear las vías, pasando por encima de cualquiera de los Derechos Humanos, golpeando y hasta asesinando al que se resista al desbloqueo.

El paro había empezado bien, se sentía una beligerancia encantadora en Colombia, pero, con lo sucedido el jueves 29 de Agosto “el tal paro” que no existía -como dijo Juan Manuel Santos-  y las movilizaciones a su favor fueron tachadas de manifestaciones vandálicas, y los medios de comunicaciones le dieron tanto “boom” al caos que vivió la capital ese día, que se distrajo de la existencia del paro, y el porqué de la lucha campesina y popular que vive Colombia, una cortina mediática, y demás una muestra del estado de terror que vivimos, un estado, que decide militarizar las calles, con militares que ahora legalmente pueden darle un tiro a cualquier civil por simple sospecha, porque su fuero militar les permite tener “blancos legítimos”.

No estamos de acuerdo con los vándalos, infiltrados, grupos paramilitares y oportunistas que aprovechan las movilizaciones para generar el caos, deslegitimar una lucha y justificar los desmanes de la policía y el ESMAD.

Apoyamos el pliego de peticiones de los campesinos y su lucha justa, justa, porque al igual que Victor Jara consideramos que “esta tierra es de nosotros y no del que tenga más […] que si las manos son nuestras es nuestro lo que nos den.” E igual que la canción de A Desalambrar si a alguien le molesta nuestra posición a favor de los campesinos es porque ha de ser uno de los que se creen dueños del país.

¡Viva el paro nacional agrario Y popular!

Por último los queremos dejar con este poema, dejando a ustedes el clamor y la belleza del 

trabajo de la tierra.

Mañana al salir el alba

Derechito hacia los campos

Sale con el azadón al hombro

Y su perro amigo fiel

El humilde campesino.

El arado hay que surcar

Las semillas a sembrar

Recogiendo siempre está

Los frutos que la tierra da.

Los burros ya están cargados

Al mercado hay que llevar

Los productos a vender

Pasito a pasito van.

Mañana al salir el alba

Las vacas hay que ordeñar

Buena leche nos darán,

A los pastos guiarán

Ellas tienen que comer

Junto al río han de beber.


Mañana al Salir el alba

El gallo despertará

Las gallinas muy coquetas

A buscarlo siempre irán,

Los huevos a recoger

El desayuno hay que preparar.

Mañana al salir el alba

El campesino va a trabajar

Hasta que caiga el sol

Termine su ardua labor

Y se vaya a descansar.




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