Bitácora #5

Pieter Bruegel "El censo de Belén" Tomado de Wikipedia

ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Noticias del Distrito (Desde el 30 de Marzo al 13 de Abril).

Síntesis:

Tomado de caracol.com.co

En estas dos semanas, una de las cuales fue un poco floja en materia de noticias sobre la administración pública debido a los días santos y festivos, los acontecimientos más relevantes sobre nuestra coyuntura estuvieron marcados por la renuncia de Antonio Navarro a la Secretaría de Gobierno –por razones personales-; la evaluación de los primeros 100 días de Gustavo Petro al frente de la administración de la ciudad, el escándalo desatado por la Personería de Bogotá al denunciar irregularidades con la ausencia de usuarios inscritos en la EPS Capital Salud, a pesar que esta institución está constituída con capital mixto.

Respecto de los movimientos de personal en la administración distrital, ya se eligió a la nueva viceveedora distrital María Cristina Hurtado y todavía no se ha nombrado el reemplazo de Antonio Navarro en la Secretaría de Gobierno. También se nombraron los alclades de las localidades de Usaquén (Julieta Naranjo Luján), de la localidad Rafael Uribe Uribe (Diana Mabel Montoya), de Barrios Unidos (Iván Ernesto Rojas) y de Ciudad Bolivar (Juan Carlos Amaya). Otro asunto, que preocupó a algunos cabildantes de la ciudad, fue el despido de varios funcionarios, ya anunciado, por parte del Distrito. Adicionalmente se presentó una puja entre el gobernador de Cundinamarca (Álvaro Cruz) y el alcalde por la elección del gerente de Corabastos, este pulso fue ganado por el gobernador quien logró que la junta directiva de este organismo eligiera a Mauricio Parra Parra.

Tomado de eltiempo.com

Por último, es de destacar el anuncio que hizo el alcalde de la ciudad de obligar a las personas más acaudaladas a pagar impuestos para la atención de las víctimas del conflicto que se han radicado en la ciudad. Este anuncio ha generado polémica, pues, según sus detractores, el alcalde sostuvo durante su campaña que no se incrementarían los impuestos, por lo que esta propuesta no se compadece con sus promesas como candidato.

Análisis:

Los acontecimientos de éstas dos semanas nos dejan una gran lección: en las democracias, los políticos suelen prometer más de lo que pueden cumplir durante las campañas. Éste comportamiento es universal, o casi, existen notables perdedores de elecciones que han sido claros con el electorado, pero las propuestas que la alcaldía ha venido presentando ante la opinión parecen carecer de la viabilidad y el estudio técnico que se necesita para concretarlas. Sin embargo, ya se deja ver un horizonte al cual se dirige la administración actual y que sería un cambio de gran envergadura en el panorama político de nuestro país, pues el alcalde quiere adelantar ambiciosos proyectos identificados normalmente con la izquierda, proyectos que ella misma ha sido incapáz de llevar a cabo por problemas de seguridad con las personas que los han querido concretar, o de simple inviabilidad económica –lamentablemente, mucho va del derecho al hecho-. No obstante, el alcalde en sus declaraciones da muestras de no reconocer con claridad que todo proyecto debe erigirse sobre las condiciones materiales de su posibilidad, es decir, sobre la certeza de que existe la plata para llevarlo a cabo. Al alcalde no lo ayuda mucho que su colaborador con más experiencia administrativa (Antonio Navarro) haya renunciado por “asuntos personales” –ésta razón, por lo demás, a apenas tres meses de haber sido nombrado, no es muy convincente-, puesto que esto refrenda la idea de que Petro no puede gobernar adecuadamente con personalidades tan visibles como la suya. Adicionalmente, no es conveniente que el alcalde se comprometa una pórción tan importante de su presupuesto para la atención de las víctimas (cerca de un billón de pesos), ya que ésta obligación le corresponde también al gobierno nacional; creemos que el alcalde debe articular estos esfuerzos con el gobierno central y procurar usar los recursos recaudados por la ciudad para resolver otros problemas prioritarios como movilidad y mejorar la calidad de la educación distrital; en resumen, es imperativo atender las necesidades de los desplazados, pero la ciudad no tiene que costear la totalidad de esa ayuda, puesto que gran parte de ella debe provenir del gobierno central. Por otro lado, es natural que todas las personas que tienen ingresos altos sean los que más contribuyan al bienestar de toda la comunidad, pero todos los ciudadanos tienen derecho a exigir que esos recursos sean usados con buen criterio y de manera transparente.

Ahora bien, es conveninete reconocer que sobre el alcalde no se cierne la imagen de una persona deshonesta y, dadas las circunstancias que cobijaron a la alcaldía anterior, esa característica es un patrimonio que ésta administración debería explotar y acompañarla con la opinión informada de expertos. Nos queda por decir, para parafrasear al ministro de transporte, que todos los bogotanos esperamos que el alcalde no se monte en un “tranvía llamado deseo”.